Los bioestimuladores de colágeno son sustancias que estimulan la producción natural y biológica del colágeno tipo I y tipo III en la dermis, además de elastina (fibras elásticas) y se pueden aplicar en el rostro, cuello, escote, manos y en el cuerpo.
Es un tratamiento correctivo, pero también es preventivo, ya que puede prevenir líneas de expresión desde su origen, es muy versátil porque puede complementarse con aparatología y ácido hialurónico.
Despúes de que un experto realice un buen diagnóstico facial y se defina el producto, la marca, la dilución y la técnica correcta, el bioestimulador se aplica utilizando una canúla con el fin de generar al paciente mínimas molestias; posteriormente se realiza un masaje para la intergración del producto, es recomendable dejar de hacer ejercicio tres dias posteriores a su aplicación.
Una vez aplicado el tratamiento se inicia el proceso de remodelación de la piel, donde los fibroblastos comienzan a producir colágeno nuevo para mejorar la calidad de la piel de forma gradual (este proceso se lleva a cabo en 3 o 4 meses).
El resultado en su punto óptimo será una piel con más firmeza, elasticidad y flexibilidad sin alterar la estructura y sin volúmenes indeseados en el rostro, puede variar según el tipo de bioestimulador utilizado y los niveles de flacidez o descolgamiento en la piel de cada persona.
Los efectos de los bioestimuladotes de colágeno suelen durar varios meses o incluso hasta dos años, ya que el colágeno estimulado persiste en la piel incluso después de que los bioestimuladores se hayan degradado, sin embargo es importante mencionar que el proceso del envejecimiento también es constante y gradual.
